viernes, 20 de julio de 2007

La ciudadanía uruguaya única e indivsible






El voto de los residentes en el exterior
NIKO SCHVARZ - Periodista


Hemos visto muy de cerca de qué manera participaron en las recientes elecciones francesas los ciudadanos de ese país residentes en el exterior. En todas sus etapas y en todas las latitudes. Los canales franceses recogieron sus declaraciones en el transcurso de la campaña electoral, luego vimos las imágenes de largas colas de votantes en países del norte de Africa, en el Maghreb, en otras ex colonias africanas, en los territorios insulares del Caribe, en la zona francófona de Canadá (Québec, Montréal en particular) en Estados Unidos y en los países de la Unión Europea. Consumado el escrutinio, supimos cómo se habían distribuido los votos a favor de los principales candidatos en las diferentes regiones. Por ejemplo, prevalencia de Nicolas Sarkozy en EEUU y en Europa, sobre todo la del este, ventaja de Ségolène Royal en los territorios africanos, votación apreciable de François Bayrou en todas partes, como tercero en discordia pero en algún caso en segunda posición.

En este proceso, de gran interés, los franceses residentes en el exterior actuaron sin excepción como ciudadanos plenos, "à part entière" según la expresión consagrada. Lo mismo acontecerá en la etapa que se ha abierto hasta el 6 de mayo. En una puja que se anuncia muy cerrada, y con la fluctuación de los votos marcadamente centristas, la decisión de los residentes en el exterior puede llegar a asumir un carácter decisivo. En los días que restan, los dos candidatos han anunciado que realizarán activa campaña en el exterior, como lo hicieron personalmente en el período previo al 22 de abril, de manera tal que algunas definiciones importantes de su política internacional se verificaron en el extranjero. Por ejemplo, en relación a la postura del presidente Chirac de oposición a la guerra de Irak, de la cual Sarkozy tomó distancia, en actitud de acercamiento a Bush. Además, se registra otro hecho importante a futuro en esta materia. Según anunció Élisabeth Guigou, diputada por una circunscripción de la banlieue parisina y vocera de Ségolène Royal, en los próximos comicios legislativos se elegirán diputados del exterior por parte de los votantes residentes fuera de fronteras.

Esto ya existe, y lo vimos en acción en la reciente elección italiana. En este caso, los votos de los italianos en el exterior resultaron decisivos para la elección de Romano Prodi.

Hemos tomado contacto hace un par de semanas con dirigentes de la centroizquierda italiana, que en estos momentos se encuentra en un proceso de fusión de sus dos principales partidos, los Demócratas de Izquierda de tradición socialista y la Margarita de tendencia católica, para constituir el Partido Democrático.

Los votos de sus millones de residentes en el exterior tienen enorme importancia para todos los partidos italianos. Ello constituye una vieja tradición, motiva campañas especiales y culmina en la elección de candidatos propios, que pasan a integrar los órganos legislativos peninsulares. En este caso, la elección de un senador por parte de los residentes argentinos terminó por dotar a Prodi de la estrecha mayoría con que cuenta en el Senado y que posibilitó su nominación a la jefatura del gobierno.

El tercer ejemplo reciente, esta vez en América Latina, es el de Ecuador. Los residentes ecuatorianos en el exterior votaron tanto en las dos vueltas de la elección presidencial que consagró a Rafael Correa presidente como en el referéndum por la Asamblea Constituyente. Los votos de este sector constituyen un caudal apreciable, teniendo en cuenta sobre todo el peso (y la gravitación económica) de la emigración en España. Votaron sin ninguna restricción, también vimos las largas colas ante los respectivos consulados. Ahora participarán en la elección de los 130 integrantes de la Constituyente, con esta particularidad: habrá 6 constituyentes electos directamente por los residentes en el exterior, que se sumarán a los 100 electos por circunscripción provincial y a los 24 electos por circunscripción nacional.

La gran pregunta es: ¿qué debemos hacer para que el derecho al voto alcance a todos los uruguayos residentes en el exterior? Uruguay es, junto con Chile, la única excepción en este sentido en América Latina. Se torna imperioso conjuntar los esfuerzos de todos los uruguayos, los de adentro y los de afuera, para que todos puedan participar por igual en la forja del destino colectivo.

Para ello habrá que enfrentar los designios de sectores conservadores, apegados a una rémora que debe quedar relegada definitivamente al pasado. *

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